Soy Maite López de Rueda, psicóloga sanitaria y terapeuta psico-corporal
Acompaño a adolescentes, adultos y familias a encontrar su bienestar personal.
Puedo decir que me apasiona mi trabajo. Desde hace años me dedico a acompañar procesos de crecimiento personal con un profundo respeto hacia el misterio que cada ser humano representa.
Te ofrezco un espacio cálido y seguro que te permita abrirte con confianza en la relación terapéutica desde el comienzo, ayudándote a conectar con lo mejor de ti mismo, de ti misma.
En la vida todos atravesamos momentos duros o estresantes que nos generan malestar y despiertan emociones difíciles de manejar.
Si tenemos los recursos necesarios para afrontarlo, la situación se resuelve y recuperamos la sensación de equilibrio y bienestar. Sin embargo, si esa situación de malestar se mantiene en el tiempo traerán consecuencias perjudiciales sobre la salud emocional y física.
Yo misma me he sentido así en algún momento y sé que no es fácil, aunque sí es posible salir de ahí.
Si necesitas poner un poco de luz dentro de ti, encontrar la forma de manejar las emociones y empezar a sentirte mejor, estás en el lugar adecuado.
Mi metodología
Mi metodología ha funcionado con numerosas personas como tú, incluso conmigo misma.
No estarás solo, te acompañaré en cada paso del camino, conectaremos con los recursos internos que ya tienes y pronto notarás cierta mejoría, que se irá reforzando con cada nuevo paso que vayamos dando.
También imparto el curso de reducción de estrés basado en mindfulness y otros cursos y retiros diseñados para el crecimiento personal y el bienestar emocional, con una metodología propia.
Mi historia
mi por qué
Desde muy joven me sentí atraída por la psicología, tratando de encontrar respuesta a mis inquietudes más profundas, movida por el deseo de conocerme y poner un poco de paz dentro de mí misma.
Al terminar mis años universitarios inicié un viaje a Latinoamérica, donde viví experiencias que me dejaron huella, despertando en mí la sensibilidad ante el sufrimiento humano y la fuerza de superación frente a las adversidades.
Trabajé en zonas rurales de Bolivia y Venezuela en diferentes proyectos comunitarios de salud, educación y acompañamiento a niños, adolescentes y mujeres campesinas.
Practiqué técnicas manuales como la reflexoterapia podal o el quiromasaje, a la vez que me sumergía en la práctica contemplativa, seducida por el silencio y la vida sencilla.
Una década después y ya en España, en medio de una crisis personal, comencé un proceso de terapia que puso luz sobre mi trayectoria vital.
Me hizo conectar con mi propia sabiduría, encontrando al fin vías para liberar vivencias traumáticas que habían quedado relegadas al olvido y marcando el rumbo hacia relaciones más saludables con los demás y conmigo misma.
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