Proceso terapéutico
La terapia individual es un espacio donde la persona se pueda sentir escuchada y comprendida, un lugar seguro y respetuoso.
El proceso terapéutico estará determinado por las características de cada cliente y se adecuará a su ritmo y sus necesidades, estableciendo desde el comienzo los objetivos terapéuticos que se deseen conseguir, los cuales van a marcar las líneas de trabajo a seguir.
Sesión a dos niveles
Verbal
A nivel verbal, con lo que el cliente expresa o deja de expresar en su discurso hablado.
Corporal
A nivel corporal, con lo que su cuerpo manifiesta a través de los gestos, el tono de voz, etc.
¿Por qué una terapia individual?
Las vivencias que el ser humano tiene al comienzo de la vida configuran su personalidad, su forma de presentarse ante el mundo. Si el entorno familiar y/o social en esos primeros años no fue suficientemente seguro y estable, el infante tuvo que construir un sistema defensivo que se desarrollará de forma inconsciente a través de bloqueos, tensiones musculares, patrones neuronales crónicos que lo mantuvieron a salvo, y a la vez redujeron la cantidad de energía disponible en su cuerpo.
Este sistema defensivo se estableció tanto a nivel psíquico como físico, es decir, que mente y cuerpo trabajaron al unísono para bloquear la energía y así proteger a esa persona de sus experiencias dolorosas. Eso hizo que también que los recuerdos y las emociones se bloquearan, evitando el sufrimiento y a la vez impidiendo sentir la alegría y el placer de la vida, causando a la larga angustia y ansiedad. De este modo, las defensas toman forma de patrones crónicos de respiración superficial, tensiones profundas crónicas, patrones fijos de pensamientos limitantes, sistemas de creencias negativas o de comportamientos destructivos que alejan al ser humano de una vida plena y feliz, y que a su vez, le llevan a vivir nuevas experiencias dolorosas que bloquearán aún más su cuerpo, en un círculo cerrado, sin salida.
El enfoque terapéutico que se propone para romper ese círculo de malestar, antes que nada, va a tratar de poner conciencia sobre estos bloqueos, agradeciendo la función de protección que han ejercido cuando ha sido necesario, y a la vez, vamos a trabajarlos para que vayan perdiendo fuerza. ¿De qué manera? Por una parte, utilizando una poderosa herramienta, la percepción de uno mismo. Observar la postura que se adopta, las sensaciones corporales, la forma de respirar. Es importante darse cuenta de las tensiones profundas que bloquean el cuerpo, ellugar, la forma en que se presentan los bloqueos. Las técnicas de atención plena son un recurso eficaz para complementar el trabajo de toma de conciencia.
Por otra parte, realizando algún movimiento que ayude a desbloquear una zona tensa o a expresar una emoción, profundizando la respiración mediante una postura de apertura o permitiendo que salga la voz. Y una vez más, la conciencia de sí mismo/a, poniendo la atención a lo que ocurre dentro, también poniendo atención a lo que ocurre fuera, en la relación terapéutica, en el encuentro con el otro. De la relación de confianza que se establezca entre terapeuta y paciente va a depender gran parte del éxito de la terapia, favoreciendo el proceso desde el primer día.
Unido al trabajo corporal va necesariamente el cognitivo, poniendo palabras que den sentido a lo vivido, que recojan el movimiento emocional que ha tenido lugar, que elaboren racionalmente la experiencia y ayuden a integrarla en el proceso. La última parte de la sesión puede ser un buen momento para ello.Se trata de que lo descubierto o vivenciado en el espacio terapéutico no se quede en una experiencia estéril, sino que se procese e integre en la vida cotidiana.