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La adolescencia

suele ser una etapa de gran confusión, dificultando las relaciones del chico/a consigo mismo/a y con los demás. Es un período de transición lleno de cambios físicos, sociales y emocionales que lo/a hacen sentir inseguro/a e inestable y en el cual tratará de construir su propia identidad.

La terapia va a ofrecerle un espacio en el que se sienta comprendido y aceptado, en el que aprenda a afrontar sus dificultades y a expresar sus sentimientos. Le permitirá ir poco a poco aumentando la seguridad en sí mismo/a y su nivel de conciencia, aprendiendo a observar su cuerpo, poniendo palabras que le ayuden a asimilar e integrar lo que le sucede. El/la joven podrá, así, relacionarse de forma fluida con su entorno y consigo mismo/a, desarrollando plenamente sus capacidades, de modo que pueda convertirse en un/a joven adulto/a satisfecho de sí mismo/a.

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